Salimos a las 8:00am el 28 de septiembre desde Semporna a Sepilok, una reserva forestal cerca de Sandakan. Llegamos a Sepilok Jungle ... SEGUIR LEYENDO
El 31 de diciembre tomamos un tren de Osaka a Himeji. Queremos visitar el Castillo de Himeji, ya que es uno de los mejores castillos de Japón. Llegamos a Himeji a las 11:30 a.m. y fuimos directo al castillo. Tuvimos que esperar en fila bajo la lluvia, pero lo espera fue corta. La fila es organizada y el proceso de entrada está bien coordinado… bueno, estamos en Japón al fin y al cabo.
El interior del castillo es hermoso, aunque no hay decoración porque nadie vivía en él. Los castillos se usaban para defender la ciudad durante los ataques enemigos. Si el enemigo conquistaba el castillo, tomaba posesión de la ciudad. La estructura de madera del castillo es una obra maestra de ingeniería.
Luego visitamos el Jardín Koko-en, un jardín zen muy bien diseñado. Está dividido en varios jardines diferentes basados en la vegetación.
En la tarde, tomamos un tren a Kioto. Llegamos al hostal donde nos alojaremos y el dueño se ofreció a llevarnos gratis a un templo para la celebración de Año Nuevo al estilo japonés, por supuesto aprovechamos esta oportunidad única de ver como se celebra el final del año.
Alrededor de las 10:00 p.m. salimos con el dueño del hostal, un guía y varios otros invitados a un pequeño y acogedor templo a unos 45 minutos en bus. Llegamos al templo y conocimos al monje que dirigirá la ceremonia. Todos nos alineamos junto al bonsho (campana de los templos). A medianoche, los monjes rezan y cantan junto a la campana y luego proceden a tocar el bonsho. Después de completar el ritual, nos invitaron a tocar el bonsho; nos dieron instrucciones precisas para no tocarlo demasiado duro pues tienen más de 400 años y tienen miedo de que pueda dañarse. No creo que un palo de madera pueda dañar una campana de varias toneladas de cobre… pero seguimos las instrucciones.
Después de tocar el bonsho nos dieron algo de comida gratis. Había sopa, fideos y mandarinas.
Este fue el final de la noche, una noche muy cultural para entender cómo los japoneses celebran la víspera de Año Nuevo. Regresamos al hostal alrededor de las 2:00 a.m.
El 1 de enero nos dirigimos a Kinkaku-ji o Rokuon-ji Temple. También conocido como el Templo del Pabellón Dorado, se supone que es el lugar donde se conservan las cenizas de Sakyamuni, el fundador del budismo. Los cientos de turistas que visitan este lugar todos los días son los únicos que perturban la tranquilidad de un lugar tan hermoso. ¡El reflejo del templo en el lago lo convierte en un excelente lugar para fotografías!
Después de tomar algunas fotos y disfrutar del templo por un rato, dimos un paseo por los jardines, que también son hermosos.
Luego nos dirigimos a Fushimi Inari Taisha, desafortunadamente el lugar estaba lleno de gente. Es una gran tradición para los japoneses visitar los templos más importantes el 1 de enero, así que este en particular estaba super lleno. Rápidamente abandonamos esta idea y nos dirigimos a los templos cercanos.
Visitamos el templo Tofuku-ji, que tiene el Sammon (puerta principal) más grande y antiguo de todos los templos Zen en Japón.
El 30 de diciembre tomamos un tren hacia Nara, un lugar con varios monumentos históricos declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Desde la estación de tren tomamos un bus a Kasuga Taisha, un templo hermoso establecido en 768 en el Monte Miksa. El área alrededor del templo está llena de lámparas de piedra, que solo se encienden dos veces al año (febrero y mediados de agosto) para el festival de las linternas.
Luego caminamos hacia el templo Todai-ji, uno de los templos más impresionantes de Japón. La estructura de madera del templo es una obra maestra de ingeniería; el tamaño de las columnas y la técnica de construcción es magnífica. Un lugar de visita obligada si vas a Japón. El atractivo principal del templo Todai-ji es su Buda sentado en un pedestal de pétalos de loto. Mide 14.98 metros de altura y pesa alrededor de 500 toneladas.
Luego visitamos el Templo Kofuku-ji y la pagoda de cinco pisos.
Por la tarde visitamos el templo Jakushi-ji. Este es un templo blanco y naranja con bellos trabajos estructurales. Fue reconstruido por completo hace unos años, por lo que parece casi nuevo, sin embargo, se construyó en el año 680.
En Nara, todos los templos cierran a las 5:00 pm, así que tomamos el tren de regreso a Osaka. Bajamos del tren en la estación de Tsutenkaku y visitamos el barrio de Shinsekai, un lugar conocido por sus enormes porciones de comida. ¡Esto es comida a un nivel diferente!
El 29 de diciembre decidimos visitar un par de lugares en Kioto. Tomamos el Shinkansen y después de un viaje de 15 minutos llegamos a Kioto. Fuimos al Jardín Sogenchi y al Templo Tenryu-ji.
En la tarde, fuimos al bosque de bambú de Arashiyama. Esta es una atracción turística muy popular en Kioto, con cientos de árboles de bambú adornando los pequeños senderos.
Nuestra última parada del día fue el templo de Fushimi Inari Taisha, donde cientos de toris anaranjados, donados por los creyentes, marcan el camino hacia la cima de la montaña. Por desgracia, estaba oscureciendo, así que solo caminar un poco. Volveremos a visitar este lugar.
Carlos está un poco mejor, el medicamento antiviral está funcionando muy bien; por lo tanto, decidimos visitar más lugares. El 27 de diciembre tomamos el Shinkansen hacia Osaka. Llegamos por la noche y fuimos a dar un paseo por Dotonbori, uno de los lugares más turísticos de Osaka. Acá los avisos de los restaurantes que indican lo que venden son gigantescas. También nos impresionaron las tiendas de juegos, que son más grandes que todo lo que habíamos visto. Pensamos que las de Taiwán eran grandes, ¡pero las que están aquí son a otro nivel!
En la mañana del 28 de diciembre fuimos al Castillo de Osaka y caminamos por los jardines, desafortunadamente el castillo estaba cerrado por las vacaciones.
En la tarde fuimos al Edificio Umeda Sky, desde donde tuvimos una muy bonita vista de Osaka. Nos quedamos hasta que oscureció para ver la ciudad de noche.
Después de aprender de la bomba atómica en Nagasaki, fuimos el 22 de diciembre a Hiroshima. Dejamos las mochilas en el hotel y nos fuimos para el Domo de la Bomba Atómica. Es un lugar muy triste y la imagen de este edificio es evidencia de la tragedia y la devastación que sufrió este lugar con la bomba atómica.
Visitamos el Monumento de la Paz de los Niños y el Parque Conmemorativo de la Paz. Todo lo que puedo decir es que estos dos lugares te pondrán la piel de gallina y te dejarán sin palabras.
También visitamos el Museo Conmemorativo de la Paz … ¡no hay palabras para describir lo que se ve en este museo!
Por la noche caminamos por el centro de la ciudad y fuimos a tomar fotos del castillo de Hiroshima. Tenemos que admitir que estamos muy impresionados con esta ciudad, su impulso para superar estos eventos trágicos y la gente tan amable que vive aquí.
El 23 de diciembre tomamos un tren hacia Itsukushima, también conocido como Miyajima. Llegamos a la estación de tren y después tomamos el ferry a la isla. Visitamos el Torii del Santuario Itsukushima y el Templo Daisho-in. El Torii, es una de las principales atracciones en Japón. Tuvimos la oportunidad de presenciar su tamaño majestuoso tanto en marea alta como en marea baja. Cuando baja la marea puedes caminar por debajo del Torii y apreciar aún más su tamaño.
Regresamos al hotel tarde y justo antes de acostarnos descubrimos que Carlos tiene culebrilla. Pensamos en ir al hospital de inmediato, pero ya era tarde, así que decidimos tomar un tren temprano a Tokio y encontrar un médico allí.
El 24 de diciembre Carlos despertó sintiéndose peor, el dolor aumenta a cada minuto. Cogimos un tren temprano a Tokio y al llegar buscamos una clínica, afortunadamente encontramos un médico muy cerca de la estación de Kawasaki. El doctor vio el brote y nos dio una prescripción… no sabemos que será pues todo esta escrito en japonés. Estamos a merced del conocimiento del doctor; con suerte los medicamentos son los correctos para tratar la culebrilla.
Compramos el medicamento y fuimos a la casa de Manuel.
Por la noche fuimos a celebrar la Navidad con Geraldine y su familia, los amigos de Manuel.
Pasamos el 25 y 26 de diciembre en Kawasaki mientras Carlos se recupera un poco. Tiene mucho dolor y el sarpullido sigue creciendo.
Ahora nos dirigimos hacia el sur. Tomamos el Shinkansen el 19 de diciembre hacia Kumamoto. Salimos de Tokio a las 9:03 a.m. y llegamos a Kumamoto a las 15:23. Queremos visitar el Castillo de Kumamoto, el Monte Aso y Beppu. Desafortunadamente, cuando preguntamos en el centro de información, la señora nos dijo que El Monte Aso y Beppu estaban cerrados debido al terremoto del 2016. Además, el castillo de Kumamoto está en muy mal estado y están reconstruyendolo. Así que tendremos que cambiar nuestros planes para los próximos días.
Fuimos a ver el castillo por fuera y la magnitud de la destrucción es increíble, qué tristeza tanto daño en un lugar tan hermoso. Fuimos a dar un paseo por el centro de la ciudad y cenamos en un restaurante local.
En la mañana del 20 de diciembre visitamos el Parque Suizenji, un jardín tradicional y hermoso construido en 1636. Como no podíamos visitar los lugares que queríamos ver alrededor de Kumamoto, decidimos irnos para Nagasaki.
Hicimos una reserva de AirB & B; sin embargo, la dirección no estaba clara y las instrucciones para encontrar el lugar estaban muy confusas. Después de un rato finalmente lo encontramos, dejamos nuestras maletas y fuimos al Parque de la Paz de Nagasaki.
Sobra decir que la mayoría de la gente viene a Nagasaki para aprender sobre el desastre que ocurrió el 6 de agosto de 1945 debido a la bomba atómica. Nosotros estamos aquí para aprender todo lo que podamos sobre uno de los mayores desastres en la historia de la humanidad.
El 21 de diciembre fuimos al Monumento Nacional de la Paz de Nagasaki por las víctimas de la bomba atómica. Este lugar está dedicado a todas las víctimas de la bomba. Es un lugar muy duro que nos tocó en lo más profundo del corazón.
Luego visitamos el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki, un lugar donde aprendimos de la guerra y los arsenales nucleares que tienen muchos países.
Por la tarde visitamos el Museo de Historia y Cultura de Nagasaki, un museo muy interesante que muestra la cultura japonesa y los eventos históricos.
Luego caminamos hacia el santuario de Suwajinja, un templo cercano.
Por la noche, tomamos el teleférico a Inasa-yama, una montaña a 333 metros sobre el nivel del mar donde hay una hermosa vista de la ciudad.
El 13 de diciembre tomamos el Shinkansen hacia Hokkaido, la isla más al norte de Japón. El tren pasa por el túnel Seikan, un túnel ferroviario de 53,85 km y a 23,3 km bajo el fondo del mar. Después de cruzar el túnel, llegamos a Hakodate, donde cambiamos de tren. Llegamos a Sapporo en la tarde.
Después de registrarnos en el hotel, fuimos a dar un paseo por el centro de la ciudad; encontramos en el parque principal todo la iluminación de navidad y muchas actividades y tiendas.
El 14 de diciembre comenzó con una visita cultural a la Villa Histórica de Hokkaido. Este es un museo al aire libre que tiene más de 60 edificios tradicionales, que incluyen casas, escuelas, panadería, correos, impresión de periódicos, etc. de Hokkaido que son de los períodos Meiji y Taisho (1868 a 1926).
Después tomamos el teleférico Moiwa-yama, un teleférico que nos llevó a la cima del monte Moiwa-san. ¡La vista de Sapporo desde allí fue impresionante!
En la noche fuimos a la cervecería de Sapporo; Hicimos la visita gratuita pero no es muy buena. Lo que si esta bueno es probar cervezas y quesos de pasantes. Probamos 3 cervezas (Black Label, Sapporo Classic y Kaitakushi Pilsner). Después fuimos a la Torre de TV de Sapporo donde tuvimos otra vista increíble de la ciudad por la noche.
En la mañana del 15 de diciembre tomamos un tren a Asahiyama. Al llegar, preguntamos en el centro de información sobre las actividades recomendadas en la ciudad y nos sugirieron el zoológico de Asahiyama, así que nos fuimos para el zoológico. Estuvo bien, pero no hubiéramos ido a Asahiyama solo por el zoológico.
El 16 de diciembre tomamos un bus hacia la montaña Asahidake, la montaña más alta de Hokkaido. Estábamos planeando hacer algunas caminatas, pero había muchas nieve y riesgos de avalanchas, por lo que abandonamos rápidamente los planes de caminadas.
Encontramos Yukoman-tan Onsen, un hermoso lugar donde pasamos unas horas relajándonos en las aguas termales. Este lugar tiene una de las piscinas termales en el exterior, así que estuvimos en la piscina caliente en medio de una nevada… como en una escena de pelicula japonesa.
Regresamos a Asahiyama y como todavía teníamos toda la tarde, decidimos visitar Biei, una pequeña ciudad a media hora en el tren. Habíamos leído que la estación fue calificada entre las 100 mejores estaciones de ferrocarril de Japón, así que queríamos ver de qué se trata la bulla… la realidad es que están exagerando, la estación esta bonita, pero no descrestante, la comida fue en un restaurante local y se quedaron perplejos al vernos allí a esa hora de la tarde.
El 17 de diciembre tomamos un tren hacia el Lago Toya, un Geoparque de la UNESCO, un hermoso lago formado por la caldera de un volcán. Compramos el boleto del bus para ir al Observatorio a la 1:30 p.m. Fuimos a dar un paseo por la ciudad y almorzamos. Cuando ya era hora de subir al observatorio, comenzó a nevar mucho y la visibilidad casi zero. Como no habíamos usado los boletos, la señora del centro de información tuvo la amabilidad de devolvernos la plata. Tomamos el próximo bus y volvimos a la estación de tren, de donde salimos para Hakodate.
Fuimos a Hakodate a visitar el mercado de pescado, que nos recomendó un viajero alemán que conocimos en Alishan, Taiwán. Madrugamos el 18 de diciembre ya que nos dijeron que era mejor ver el mercado en la mañana antes de las 8:00 a.m. Llegamos allí a las 5:30 a.m. y las tiendas apenas comenzaban a abrir; tuvimos que esperar hasta las 6:30 a.m. para ver alguna actividad. Tenemos que admitir que no vale la pena recorrer tanto par venir a este mercado; hay mercados mucho más emocionantes en otro lugar en Japón.
Después de visitar el mercado de pescado regresamos al hotel por un par de horas más de sueño. Luego nos fuimos a Hakodate-yama, el teleférico de la ciudad. La vista es hermosa desde allí … ¡mira las fotos!. Después caminamos al edifico viejo de la alcaldía del distrito de Hakodate. Es un edificio muy antiguo y bien mantenido.
Por la tarde visitamos el Museo Hakodate de los Pueblos del Norte. Un museo impresionante que muestra cómo vivían las personas en la parte norte de Japón.
Terminamos el día en la playa. Fue hermoso ver las olas rompiendo en la playa llena de nieve … ¡Así que tuvimos que hacer ángeles de nieve!
Salimos de Hakodate a las 16:35 y llegamos a Tokio a las 21:23 después de otro viaje fantástico en el Shinkansen. Con velocidades de 320 km / hora, esta es una experiencia imperdible en Japón.
Llegamos a Tokio a medianoche el 6 de diciembre. Manuel, un amigo de la familia que nos va a hospedar por unos días, nos recogió en el aeropuerto. Después de descansar la mayor parte del día, Manuel nos acompañó el 7 de diciembre al centro de Tokio para reclamar el JR pass, que es el boleto de tren con el que vamos a viajar en Japón. Aprovechamos la oportunidad para visitar la Estación Central de Tokio. También fuimos al Observatorio TGM donde hay una vista hermosa de la ciudad. Luego caminamos por el centro antes de regresar a casa. Manuel vive en Kawasaki, que está a unos 45 minutos de Tokio en tren y bus.
El 8 de diciembre fuimos al Templo Senso-ji, el templo más popular de Tokio. Habían muchos turistas y gente local visitando el templo y algunos visitantes se visten con el típico kimono, que se puede alquilar afuera del templo. También caminamos por los jardines, que son hermosos. Luego fuimos al río donde hay una hermosa vista del Tokyo Sky Tree, la torre de transmisiónes más alta del mundo. Por la noche fuimos a Akihabara.
El 9 de diciembre fuimos a dar un paseo por el centro de la ciudad y nos enteramos de que había una entrada especial al Palacio Imperial y a los jardines. Hicimos fila con una cantidad de turistas y japoneses y tuvimos la oportunidad de ver lugares que normalmente no están abiertos al público; sin embargo, el Palacio solo se puede ver desde la distancia. ¡Los jardines son increíbles!
Luego nos fuimos a Yanaka, un barrio tradicional japonés. Visitamos varios templos en la zona, cementerios, almacenes y casas antiguas.
Por la noche fuimos a Shibuya y pasamos un rato mirando a la gente cruzar la calle, el cruce de Shibuya es el cruce más ocupado del mundo. Luego caminamos por las tiendas, que están iluminadas con sus luces de neón.
El 10 de diciembre, Manuel nos llevó en la mañana a la isla de Enoshima, donde hay una vista hermosa del monte Fuji, además subímos a la Torre Enoshima Sea Candle (Shonan Observatory Lighthouse), que cuenta con un mirador donde la vista es todavía más bonita.
En la tarde fuimos a Taiizan Kotokuin Shojosenji o Kōtoku-in, que es un templo budista Jōdo-shū donde se encuentra el Gran Buda de Kamakura. Por la noche, fuimos a Kamakura y visitamos algunos de los templos de la ciudad.
El 11 de diciembre nos despertamos muy temprano y fuimos al mercado de pescado Tsukiji. Lamentablemente, el mercado solo está abierto para los visitantes después de las 10:00 a.m. y solo por un corto tiempo. Las visitas son restringidas y van acompañadas de seguridad. Caminamos alrededor y compramos un poco de sushi. La mayoría de las tiendas cierran a las 11:00 a.m. Después de nuestra visita al mercado de pescado caminamos por la zona visitando tiendas y otros mercados.
Luego fuimos a Ginza, una zona exclusiva de Tokio; Lo más destacado fue el Nissan Crossing, donde tienen algunos de los últimos modelos de Nissan y la tienda Uniqlo, que es de 12 pisos.
Pasamos la mañana del 12 de diciembre en el apartamento. Por la noche, Manuel nos llevó a Yokohama. Esta es una área muy linda y moderna cerca de Tokio.
El 2 de diciembre nos levantamos muy temprano para asistir a la ceremonia de la mañana en el Templo Lungshan de Manka. Por la tarde fuimos a la Plaza de la Libertad.
En la noche salimos a comer con Scott, un couchsurfer que recibimos en Nueva Zelanda, y su novia.
El 3 de diciembre caminamos por el centro de la ciudad. Por la noche fuimos a cenar a la casa de Joyce Lin, una amiga de Momo que nos quería conocer.
En la mañana del 4 de diciembre tomamos un bus y fuimos al Puente del Amor, nada emocionante sinceramente. Aparentemente hay un mercado de pescado pero no pudimos encontrarlo. Luego fuimos a la Universidad Aletheia, fundada como Oxford College.
En la tarde fuimos a Taipei 101. Con una altura de 509.2m es el décimo edificio más alto del mundo. El día estaba muy nublado, así que decidimos que no valía la pena subir al observatorio.
El 5 de diciembre visitamos el Museo del Palacio Nacional. Pasamos todo el día allí ya que tiene una gran colección de antiguos artefactos imperiales chinos. En la noche salimos a comer con Carol, una couchsurfer que hospedamos en Canada. Luego estuvimos con Momo, Ann y Derek en la casa.
El 6 de diciembre fue nuestro último día en Taipei. Salimos temprano de la casa de Momo para tomar el vuelo a Japón, nuestro próximo destino! Queremos agradecer la hospitalidad de Momo, ella fue una anfitriona increíble y su familia nos recibió con los brazos abiertos. Siempre estaremos agradecidos por su hospitalidad.
Llegamos anoche a Jiufen a un hotel pequeño pero muy cómodo, de hecho nos dieron una mejor habitación que la que reservamos.
Ha llovido sin parar desde que llegamos a Jeufen anoche, sin embargo, el 30 de noviembre logramos ir al Museo del Oro. Por la tarde caminamos por las pequeñas calles de Jeufen pero nos cansamos de mojarnos así que nos fuimos para el hotel. Cuando paro de llover un poco salimos a comer algo.
El 1 de diciembre amanecio nublado pero logramos caminar hasta la estación de buses antes de que empezara a llover muy fuerte. Llegamos a Taipei a la casa de Momo, la anfitriona de couchsurfing que nos recibió cuando llegamos y que había ofrecido hospedarnos nuevamente.