Salimos a las 8:00am el 28 de septiembre desde Semporna a Sepilok, una reserva forestal cerca de Sandakan. Llegamos a Sepilok Jungle ... SEGUIR LEYENDO
Llegamos a Medellín, nuestra ciudad natal, el 21 de enero. Decidimos viajar a Colombia hace un par de días entonces nuestras familias solo se enteraron hace 48hrs de que veníamos, la familia de Carlos ni siquiera estaba en Medellín, estaban en la costa colombiana de vacaciones. Pero queríamos un poco de tiempo en familia, un poco de calor y un descanso, así que… Que mejor lugar para hacerlo que Colombia!
Llegamos a Colombia justo a tiempo para el cumpleaños 103 del abuelo Carlos… como se pueden imaginar, fue un gran evento y una excelente oportunidad para ver a toda la familia reunida.
En Medellín, encontramos un tour de graffiti que hacen en la Comuna 13, este barrio fue uno de los más peligrosos del país. Hoy en día, la cultura ha cambiado y descubrieron que llevar turistas a conocer sus calles y aprender de su historia genera ingresos para muchas familias. Pasamos alrededor de 2 horas caminando por la Comuna 13 con un artista de graffiti local que nos explicó sobre el oscuro pasado del barrio y nos mostró la mayoría de los graffiti en el área. Fue hermoso ver la recuperación de esta zona de la ciudad, si estás en Medellín te recomendamos averiguar e inscribirte a este tour.
Estando en Medellin nos invitaron al matrimonio de una prima de Carlos, una vez más otra oportunidad de reunirse con tías, tíos y primos.
También recibimos una invitación para asistir a una competencia de orquídeas … La tía de Marcela pertenece a una asociación de orquídeas y cada par de meses organizan competencias, donde los productores de orquídeas traen sus mejores plantas para competir por el primer puesto en diferentes categorías.
El tiempo pasa volando cuando estamos en Colombia, todos los días tenemos invitaciones para almorzar, cenar y mecatiar… Comimos mucho en Japón y ahora con este ritmo de comida en Colombia seguro que subiremos unos kilos.
La noche del 15 de enero la pasamos en las calles de Tokio. Vamos a la subasta de atún en el mercado de Tsukiji a las 2:00 a.m., así que no tiene sentido pagar hotel para un par de horas. Encontramos un restaurante abierto las 24 horas donde comimos algo y pasamos la mayor parte de la noche. A las 2:00am caminamos hacia la entrada del mercado para hacer la fila para entrar a la subasta de atún. Nos permitieron entrar a una habitación con calefacción después de las 3:00 a.m. y como a las 4:00 a.m. un postor vino a contarnos un poco sobre lo que íbamos a ver. Explicó cómo subastan el atún y cómo el subastador y los postores tienen señas con las manos para hacer las ofertas, ¡básicamente nunca sabremos cuánto se pagó por un atún!
A las 5:30 a.m. fuimos escoltados a la subasta de atún y a los 15 minutos nos sacaron para permitir la entrada de un segundo grupo. En este corto período de tiempo vimos cómo los postores inspeccionan el pescado y vimos varias subastas porque no toman demasiado tiempo. Desafortunadamente, esta es una práctica que desaparecerá muy pronto con la construcción del nuevo mercado de pescado. Aparentemente, la subasta será electrónica… ¡no será tan divertido como lo es ahora!
Después de la subasta de atún, tomamos el tren y nos fuimos a Ryogoku Kokugikan para el “Gran Torneo de Sumo de enero 2018”. Nos dijeron que llegáramos muy temprano porque siempre hay boletas de último minuto que se venden el día de la competencia. Seguimos las instrucciones y estuvimos allí a las 6:30 a.m. Alrededor de las 7:30 a.m. recibimos un papel con un número, lo que significaba que teníamos entradas!. A las 8:00 a.m. nos dirigieron a la taquilla, recibimos nuestras boletas y entramos al estadio de Sumo. El día comenzó con la división intermedia, pelea tras pelea el estadio se va llenando. Después de la hora del almuerzo, comenzaron las peleas de la división mayor y el lugar se enloquece, el ambiente es maravilloso y todos gritan por su luchador de sumo favorito. El día terminó a las 6:00 p.m. y después de una noche en vela estábamos listos para dormir.
Fue un día con mucha emoción, la subasta de atún y la lucha de sumo; dos actividades japonesas únicas que no podíamos perdernos.
El 17 de enero visitamos Nissan Crossing en Ginza, donde Marcela tomó un café con una foto impresa en la espuma, la resolución de la impresora es impresionante. También visitamos algunas tiendas buscando lentes para la cámara.
El 18 de enero nos levantamos muy temprano para ir a la estación de Kawasaki. Leímos en internet que es una de las estaciones más ocupadas durante las horas pico, así que podremos ver a los empujadores en acción. Llegamos justo a tiempo, tren tras tren, empujan a la gente hasta que se cierran las puertas. Lo mejor fue una señora que llega a la puerta y, de la mejor manera japonesa, se disculpa inclinándose antes de comenzar a empujar a los otros pasajeros… personas tan educadas solo se encuentran en Japón.
El resto del día lo pasamos caminando por las calles de Tokio y buscando un lente para la cámara.
No podia faltar para cerrar con broche de oro nuestra visita a Japón, ir a ver el cruce peatonal mas ocupado del mundo. En el barrio Shibuya hay un cruce peatonal que es de locura! Les dejo un video…
Hoy fue nuestro último día en Japón, fue una experiencia increíble que no podríamos haber hecho realidad sin la hospitalidad de Manuel quien nos hospedó por muchas noches en Tokio. Es un país muy caro para visitar, pero si puedes tener una persona que te hospede especialmente en Tokio, tendrás dinero para hacer otras cosas. Así que muchas gracias Manuel y gracias Japón por unos días increíbles, volveremos!… pero en una epoca del año mas calientica.
El 12 de enero fuimos a Uji, una pequeña ciudad al sur de Kioto. Visitamos el templo Byodo-in, que era un retiro espiritual rural hasta el año 1052 cuando se convirtió en templo. En 1053, se le adicionó al templo el Amida-do o Hoo-doo (Phoenix Hall) la que actualmente es la única estructura original, pues lo demás fue destruido por el fuego en 1336.
Por la tarde fuimos a Gion, un barrio de geishas muy popular en Kioto. A las 6:00 p.m. en el Rincón de Gion entramos a un show que muestra las ceremonias tradicionales japonesas como: Chado (ceremonia del té), Koto (arpa japonesa), Kado (arreglo floral), Gagaku (música de la corte), Kyogen (juego del cómic antiguo), Kyomai (Danza tradicional de Kioto) y Bunraku (Marionetas). Aunque es todo un guión, fue un gran espectáculo para entender y apreciar más la cultura japonesa.
Por la noche caminamos por las calles de Gion tratando de encontrar una geisha pero ¡no tuvimos suerte!
En la tarde del 13 de enero visitamos el Templo de Sanjusangen-do. Esta es una estructura de madera maciza que alberga 1001 estatuas de los Kannon de 1000 brazos, la diosa budista de la misericordia.
Luego caminamos hacia el Templo Kiyomizu-dera. Desafortunadamente está en reconstrucción, por lo que no pudimos apreciar el exterior del templo, pero si pudimos visitar el interior y ver a los peregrinos realizar sus oraciones.
Terminamos el día en Gion buscando geishas y esta vez encontramos una que estaba recogiendo a su cliente en un hotel cercano. Se dirigieron a la casa de las geishas, donde pude tomar una buena foto a través de la puerta.
Las calles de Gion están llenas de hermosas casas tradicionales japonesas, un lugar que vale la pena visitar en Kioto.
El 14 de enero regresamos al Templo de Sanjusangen-do. Durante nuestra visita de ayer descubrimos que había un evento de tiro con arco que solo ocurre una vez al año. Las adolescentes que se gradúan de la escuela secundaria participan en este evento. Es todo muy organizado y las jóvenes que participan usan hermosos vestidos, maquillaje y peinados muy elegantes.
Después del almuerzo visitamos el Templo de Chion-in. Este es un gran complejo con muchos pequeños santuarios y lugares para adorar. También hay un cementerio con elaboradas tumbas.
Terminamos el día en Nakagyo, otro barrio popular para ver geishas. Esta vez tuvimos mejor suerte cuando nos encontramos con una Maiko caminando por las calles estrechas. No se detuvo a posar para la foto, pero no le importó que mi cámara le tomara varias.
En la mañana del 15 de enero fuimos a caminar por el castillo de Nijo-jo, no entramos al castillo pero caminamos por los alrededores. Visitar cada lugar en Japón puede llevarte a la quiebra en un abrir y cerrar de ojos, si el lugar es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO cuesta más que un sitio regular, y para rematar, casi todo en Japón es UNESCO, así que nos toca ser un poco selectivos en los lugares a los que entramos.
Pasamos la tarde en el Templo Fushimi Inari Taisha. Este fue nuestro tercer y ultimo intento de visitar este lugar. Hicimos una buena caminada hasta la cima de la montaña y visitamos varios templos pequeños en el camino. Realmente nos tomamos nuestro tiempo visitando este icónico lugar japonés.
Por la noche, tomamos el Shinkansen de vuelta a Tokio.
En la mañana del 10 de enero tomamos el tren a Matsumoto. Visitamos el Castillo de Matsumoto, el castillo de madera más antiguo de Japón y uno de los cuatro castillos designados como Tesoros Nacionales. Aquí conocimos a Fumio, un guía voluntario que nos mostró el castillo y nos explicó mucho sobre la historia de la ciudad, el castillo y los alrededores. Fumio es un ingeniero jubilado de 82 años pero tiene la energía de una persona de 50 años; él subía y bajaba las escaleras del castillo como si nada. Los voluntarios tenían un letrero en la puerta que decía “solo aceptamos sonrisas como pago”. ¡Qué personas tan adoradas!
Fumio también nos recomendó dar un paseo por la calle Nawate-dori. Esta es una de las calles más antiguas de Matsumoto y tiene casas hermosas con arquitectura tradicional japonesa.
Por la tarde regresamos a Kanazawa solo para encontrar un clima horrible, pero una nevadita no va a detenernos… Por la tarde, tomamos el bus a Higashi-chayagai, también conocido como Higashi Geisha District. Esperábamos encontrar una geisha, pero desafortunadamente debido al clima nadie estaba en las calles. Podíamos escuchar geishas tocando música dentro de algunas de las casas pero no pudimos ver a nadie caminando por las calles.
Terminamos el día con lo que podría ser la peor experiencia gastronómica. Pedimos calamares, un aperitivo para compartir y aquí es donde las cosas se ponen feas. Llegaron los calamares, era un plato con 4 calamares pequeños en una salsa sobre una hoja de lechuga. Estaban completos, sin limpiar, ni cocinar. Marcela fue lo suficientemente valiente como para probarlos primero, pero la cara que hizo lo dijo todo… al morderlo, los ojos explotan en tu boca, el cerebro se rompe en pedazos… bueno, se mezclan todas las cosas; dejando un sabor desagradable en tu boca. Era una cosa hasta difícil de tragar, afortunadamente teniamos agüita para pasar el mal sabor. Este fue la primera y ultima vez que pedimos calamares en Japón que no diga “frito” en el menú.
En la mañana del 11 de enero visitamos el mercado Omicho en Kanazawa, con una gran variedad de mariscos y vegetales. Este es un lugar muy concurrido entre los locales; ni siquiera el clima impide que las personas visiten este lugar.
Alrededor del mediodía fuimos a caminar por el Castillo de Kanazawa. Este lugar se ve hermoso con la nieve fresca en el suelo, sin embargo hace demasiado frío para estar afuera por mucho tiempo, pero logramos tomar unas buenas fotos.
Después del almuerzo volvimos a Higashi-chayagai, también conocido como el Distrito Geisha Higashi, para visitar Shima, una antigua casa de geishas de 1820. Este lugar muestra el diseño de una casa de geishas tradicional y los instrumentos que utilizan para entretener a los clientes, ademas tiene una hermosa colección de objetos personales utilizados por las geishas.
En la tarde, tomamos el tren local hacia Kioto. Hay algunos lugares que no hemos visitado que queremos conocer. Llegamos por la noche al apartamento más pequeño que hemos visto, sin embargo, cómodo y limpio.
El 9 de enero tomamos el Shinkansen hacia Nagano. Al llegar, compramos los boletos de bus para ir al parque de micos Jigokudani y ver a los micos de la nieve. Después de una hora y 15 minutos llegamos a la entrada del parque; desde allí caminamos 1,6 km a los manantiales.
Al principio solo había un par de micos en el agua y pensamos que iba a ser otra de esas experiencias que solo ves en el canal NatGeo. Sin embargo, aproximadamente media hora más tarde llegaron más micos y comenzaron a llenar la piscina. La escena se vuelve más interesante cada minuto mientras los monos se relajan y se consienten unos a otros. También hubo un par de peleas entre ellos. Después de una hora y media de estarnos congelando, decidimos comenzar a caminar hacia la salida.
Cogimos el bus a la estación de tren y subimos al tren local. Bajamos en Obuse, una pequeña ciudad con arquitectura tradicional japonesa. Lamentablemente, llegamos un poco tarde para entrar a algunos de los museos. Caminamos por las calles durante más de una hora y tomamos el tren a Nagano.
Al llegar a Nagano visitamos el Templo Zenko-ji, se cree que la figura de Buda que hay en este templo fue la primera que llego a Japón. El templo es otra de esas estructuras impresionantes.
Desde el Templo Zenko-ji caminamos por la calle principal hacia el centro de la ciudad de Nagano. La ciudad tiene un ambiente muy agradable con excelentes cafés y restaurantes.
En la noche tomamos el Shinkansen a Kanazawa donde encontramos un muy buen hotel por un muy buen precio!
En la mañana del 6 de enero fuimos al zoológico de UENO pues queríamos ver al bebé del oso panda, desafortunadamente las visitas estaban limitadas para las personas que habían participado y ganado boletos en una rifa hace unas semanas. Fue muy triste, no solo para nosotros, sino para muchos más turistas que no pudieron ver al bebé panda, no creemos que sea una forma justa de permitir las visitas; los turistas no pueden participar en una rifa que ocurrió unas semanas antes de llegar al país… y menos si la rifa fue durante las noticias en japonés!
Muy tristes seguimos visitando el zoológico. Pudimos ver al oso panda papá y muchos otros animales.
Por la tarde caminamos por el área de Ueno. Comenzamos por el parque Ueno, luego caminamos por el mercado Ameya-yokocho, un mercado callejero con mucha actividad. En la tarde visitamos Akihabara, un área popular por sus enormes almacenes de juegos y figurines.
El 7 de enero visitamos el Museo Nacional de Tokio, un museo muy impresionante con la mayor colección de arte japonés.
Por la noche fuimos a la estación central de Tokio para tomar algunas fotos nocturnas de este bonito edificio.
Manuel nos llevó el 8 de enero a Odaiba, un barrio desarrollado en los años 90 con edificios altos y calles anchas. Hay una vista hermosa de la bahía de Tokio y del Puente Rainbow. También tomamos fotos de una réplica de la Estatua de la Libertad. Luego fuimos a Diver City Mall, donde vimos una estatua de Gundam gigante (18 metros de altura). ¡En la noche, el edificio de Fuji TV presenta un show de luces muy impresionante!
El 5 de enero, Manuel nos llevó a Fujiyoshida, una ciudad cercana al Monte Fuji. Queríamos poder ver el Monte Fuji, pero desafortunadamente las nubes tenían diferentes planes. Fuimos al lago Kamaguchi donde hay una lugar ideal para ver el monte pero las nubes no nos permitieron ver nada.
Luego fuimos al Centro del Patrimonio de la Humanidad de Fujisan donde aprendimos mucho sobre el Monte Fuji, cómo se formó, la importancia religiosa para la población local y mucho más! Este lugar vale la pena visitarlo.
Más tarde volvimos al lago Kamaguchi buscando una segunda oportunidad de ver el monte Fuji y fuimos recompensados por la madre naturaleza. El cielo había despejado y aunque todavía habían algunas nubes, ya había despejado lo suficientemente para tomar algunas buenas fotos de esta magnífica montaña.
Manuel nos llevó a Edo Wonderland el 4 de enero. Edo Wonderland es un lugar donde las personas pueden retroceder en el tiempo a Japón en el siglo XVII. Hay varios espectáculos a lo largo del día, desafortunadamente todos son en japonés, así que no pudimos entender mucho, ¡especialmente la comedia!
Este lugar es todo un montaje de escenarios y disfraces que les da a los asistentes una muestra de cómo vivían los japoneses en el siglo XVII durante el período Edo, la forma en que se vestían, los estilos de cabello, etc.
Pasamos el día en la zona de Kawasaki. Nos hemos estado quedando en el área por un par de semanas, pero no hemos pasado demasiado tiempo conociendo los alrededores. Fuimos a la zona que rodea la estación de tren, visitamos algunos almacenes y luego fuimos al Amusement Game Park Kawasaki Warehouse. Este lugar es una sala de juegos muy bien decorada con un montón de entretenimiento para personas mayores de 18. Nunca habíamos visto la variedad de juegos que vimos en este lugar. Era miércoles a las 4:30 p.m. y había mucha gente jugando… ¿como será este lugar un sábado por la noche?
Luego vimos un show de tambores gratuito que se estaba presentando en un pequeño teatro al aire libre cerca de la estación de Kawasaki. El espectáculo fue increíble, el ritmo de los tambores y el show fue espectacular. Justo antes de finalizar el espectáculo pidieron a la gente que subiera al escenario para tocar con ellos … y, por supuesto, éramos los únicos extranjeros, así que fuimos los primeros en ser invitados a tocar… otra gran experiencia japonesa.
Salimos temprano el 2 de enero hacia Nikko, un pequeño pueblo al norte de Tokio. El viaje en tren tomó más de dos horas debido a las conexiones que teníamos que hacer.
Llegamos a Nikko y nos dirigimos a los templos. La primera parada fue en Tosho-gu Shinto Shrine. Este es un complejo de diferentes templos, incluyendo una pagoda de cinco pisos, así como otros santuarios. Lo más destacado de la visita fue la demostración del eco que producen un par de piezas de madera cuando son golpeadas debajo de donde esta un dibujo de un dragón en el techo, si se hace en donde esta la boca del dragón se produce el eco (llamado el llanto del dragón) si se hace en las otras partes del salón no hay eco.
Luego visitamos el Templo Rinno-ji y, aunque estaba en restauración, pudimos apreciar lo impresionante que es este templo. Para la restauración construyeron una bodega de 7 u 8 pisos alrededor de todo el templo, pues la restauración se demorara varios años. Pudimos subir hasta el último piso para ver la restauración del techo. Además, pudimos ver al gran Buda, que es la pieza central del templo.
En el camino de regreso a la ciudad, nos detuvimos en el Puente Shinkyo, un puente muy emblemático en Japón.
Regresamos a Tokio por la tarde en el último tren.