La noche del 15 de enero la pasamos en las calles de Tokio. Vamos a la subasta de atún en el mercado de Tsukiji a las 2:00 a.m., así que no tiene sentido pagar hotel para un par de horas. Encontramos un restaurante abierto las 24 horas donde comimos algo y pasamos la mayor parte de la noche. A las 2:00am caminamos hacia la entrada del mercado para hacer la fila para entrar a la subasta de atún. Nos permitieron entrar a una habitación con calefacción después de las 3:00 a.m. y como a las 4:00 a.m. un postor vino a contarnos un poco sobre lo que íbamos a ver. Explicó cómo subastan el atún y cómo el subastador y los postores tienen señas con las manos para hacer las ofertas, ¡básicamente nunca sabremos cuánto se pagó por un atún!
A las 5:30 a.m. fuimos escoltados a la subasta de atún y a los 15 minutos nos sacaron para permitir la entrada de un segundo grupo. En este corto período de tiempo vimos cómo los postores inspeccionan el pescado y vimos varias subastas porque no toman demasiado tiempo. Desafortunadamente, esta es una práctica que desaparecerá muy pronto con la construcción del nuevo mercado de pescado. Aparentemente, la subasta será electrónica… ¡no será tan divertido como lo es ahora!
Después de la subasta de atún, tomamos el tren y nos fuimos a Ryogoku Kokugikan para el “Gran Torneo de Sumo de enero 2018”. Nos dijeron que llegáramos muy temprano porque siempre hay boletas de último minuto que se venden el día de la competencia. Seguimos las instrucciones y estuvimos allí a las 6:30 a.m. Alrededor de las 7:30 a.m. recibimos un papel con un número, lo que significaba que teníamos entradas!. A las 8:00 a.m. nos dirigieron a la taquilla, recibimos nuestras boletas y entramos al estadio de Sumo. El día comenzó con la división intermedia, pelea tras pelea el estadio se va llenando. Después de la hora del almuerzo, comenzaron las peleas de la división mayor y el lugar se enloquece, el ambiente es maravilloso y todos gritan por su luchador de sumo favorito. El día terminó a las 6:00 p.m. y después de una noche en vela estábamos listos para dormir.
Fue un día con mucha emoción, la subasta de atún y la lucha de sumo; dos actividades japonesas únicas que no podíamos perdernos.
El 17 de enero visitamos Nissan Crossing en Ginza, donde Marcela tomó un café con una foto impresa en la espuma, la resolución de la impresora es impresionante. También visitamos algunas tiendas buscando lentes para la cámara.
El 18 de enero nos levantamos muy temprano para ir a la estación de Kawasaki. Leímos en internet que es una de las estaciones más ocupadas durante las horas pico, así que podremos ver a los empujadores en acción. Llegamos justo a tiempo, tren tras tren, empujan a la gente hasta que se cierran las puertas. Lo mejor fue una señora que llega a la puerta y, de la mejor manera japonesa, se disculpa inclinándose antes de comenzar a empujar a los otros pasajeros… personas tan educadas solo se encuentran en Japón.
El resto del día lo pasamos caminando por las calles de Tokio y buscando un lente para la cámara.
No podia faltar para cerrar con broche de oro nuestra visita a Japón, ir a ver el cruce peatonal mas ocupado del mundo. En el barrio Shibuya hay un cruce peatonal que es de locura! Les dejo un video…
Hoy fue nuestro último día en Japón, fue una experiencia increíble que no podríamos haber hecho realidad sin la hospitalidad de Manuel quien nos hospedó por muchas noches en Tokio. Es un país muy caro para visitar, pero si puedes tener una persona que te hospede especialmente en Tokio, tendrás dinero para hacer otras cosas. Así que muchas gracias Manuel y gracias Japón por unos días increíbles, volveremos!… pero en una epoca del año mas calientica.
La experiencia del Sumo fue inolvidable, ojalá podamos repetirla algún día! Quiero volver a Japón!