El 12 de enero fuimos a Uji, una pequeña ciudad al sur de Kioto. Visitamos el templo Byodo-in, que era un retiro espiritual rural hasta el año 1052 cuando se convirtió en templo. En 1053, se le adicionó al templo el Amida-do o Hoo-doo (Phoenix Hall) la que actualmente es la única estructura original, pues lo demás fue destruido por el fuego en 1336.
Por la tarde fuimos a Gion, un barrio de geishas muy popular en Kioto. A las 6:00 p.m. en el Rincón de Gion entramos a un show que muestra las ceremonias tradicionales japonesas como: Chado (ceremonia del té), Koto (arpa japonesa), Kado (arreglo floral), Gagaku (música de la corte), Kyogen (juego del cómic antiguo), Kyomai (Danza tradicional de Kioto) y Bunraku (Marionetas). Aunque es todo un guión, fue un gran espectáculo para entender y apreciar más la cultura japonesa.
Por la noche caminamos por las calles de Gion tratando de encontrar una geisha pero ¡no tuvimos suerte!
En la tarde del 13 de enero visitamos el Templo de Sanjusangen-do. Esta es una estructura de madera maciza que alberga 1001 estatuas de los Kannon de 1000 brazos, la diosa budista de la misericordia.
Luego caminamos hacia el Templo Kiyomizu-dera. Desafortunadamente está en reconstrucción, por lo que no pudimos apreciar el exterior del templo, pero si pudimos visitar el interior y ver a los peregrinos realizar sus oraciones.
Terminamos el día en Gion buscando geishas y esta vez encontramos una que estaba recogiendo a su cliente en un hotel cercano. Se dirigieron a la casa de las geishas, donde pude tomar una buena foto a través de la puerta.
Las calles de Gion están llenas de hermosas casas tradicionales japonesas, un lugar que vale la pena visitar en Kioto.
El 14 de enero regresamos al Templo de Sanjusangen-do. Durante nuestra visita de ayer descubrimos que había un evento de tiro con arco que solo ocurre una vez al año. Las adolescentes que se gradúan de la escuela secundaria participan en este evento. Es todo muy organizado y las jóvenes que participan usan hermosos vestidos, maquillaje y peinados muy elegantes.
Después del almuerzo visitamos el Templo de Chion-in. Este es un gran complejo con muchos pequeños santuarios y lugares para adorar. También hay un cementerio con elaboradas tumbas.
Terminamos el día en Nakagyo, otro barrio popular para ver geishas. Esta vez tuvimos mejor suerte cuando nos encontramos con una Maiko caminando por las calles estrechas. No se detuvo a posar para la foto, pero no le importó que mi cámara le tomara varias.
En la mañana del 15 de enero fuimos a caminar por el castillo de Nijo-jo, no entramos al castillo pero caminamos por los alrededores. Visitar cada lugar en Japón puede llevarte a la quiebra en un abrir y cerrar de ojos, si el lugar es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO cuesta más que un sitio regular, y para rematar, casi todo en Japón es UNESCO, así que nos toca ser un poco selectivos en los lugares a los que entramos.
Pasamos la tarde en el Templo Fushimi Inari Taisha. Este fue nuestro tercer y ultimo intento de visitar este lugar. Hicimos una buena caminada hasta la cima de la montaña y visitamos varios templos pequeños en el camino. Realmente nos tomamos nuestro tiempo visitando este icónico lugar japonés.
Por la noche, tomamos el Shinkansen de vuelta a Tokio.